Publicación nº11, 12 de diciembre del 2017
Tanto el día de Navidad como el día de Reyes es abrumador para nuestros retoños, pasan muchos nervios, ¡cómo no!, ponte en su lugar, si supieras que una vez al año te van a regalar todas o parte de las cosas que deseas…. ¿no estarías nervios@?
En realidad, yo me pasé años intentando minimizar el número de regalos que le llegaban a mi hijo y a mi hija, tanto en Navidades como para sus cumpleaños, reconozco que no fue tarea sencilla que la familia entendiera que no era bueno para ellos recibir todo lo que querían, no solo recibí críticas familiares sino también por parte de amigos y amigas.
Le pedí tanto a mi familia como a la de Ramon, que se pusieran de acuerdo abuel@s y ti@s, es decir que hicieran un solo regalo entre todos, uno por parte de mi familia y otro entre todos por parte de la familia paterna, con lo que nosotros les comprábamos minimizábamos los regalos a tres o cuatro a lo sumo, en total entre Navidad y Reyes. Es posible que os parezcan pocos, pero….
«En realidad no es tan importante lo que reciben, como lo que aprenden de lo que reciben”
Un día siendo pequeños (6 y 9 años) se nos ocurrió escribirles una bonita carta a cada uno. Una carta escrita desde el corazón: pensando las palabras, escrita sin prisas, muy personal, cada uno la suya, una de su padre y otra mía y las dejamos en el árbol junto a sus regalos. Algunos no lo creerán, pero hoy que tienen 14 y 17, no recuerdan qué regalos tuvieron esas Navidades, pero lo que si recuerdan es el contenido de la carta que les escribimos.
Se lo conté a algunas amigas que hicieron lo mismo, y me llamaron sorprendidas por lo contentos que estaban sus hijos e hijas con sus cartas. Quizás porque nos pasamos el día diciéndoles lo que tienen hacer, quizás porque les corregimos a menudo, quizás porque les regañamos cuando se portan mal, quizás porqué los días pasan rápido….
Pruébalo , además es gratis!
!Actualmente se ha convertido en un tradición familiar, nos escribimos cartas tanto para Navidad como para el cumpleaños, o para lo que se tercie y todavía hoy nos hace mucha ilusión recibir nuestras cartas!
“lo esencial es invisible a los ojos” A. de Saint-Exupéry
Nuestros valores son nuestro mayor regalo!
Júlia
Algunas de las cartas que hemos escrito:
«El mejor regalo para mamá…no cuesta dinero»
«Día del padre: Regalo con efectos secundarios»