Publicación nº8, 31 de julio
Ideal vacaciones… con familia!!
¿Porque no dejamos que nuestros hijos o hijas tomen más responsabilidades en casa?, o dicho de otra forma, ¿Porque les cuesta tanto a los adolescentes colaborar con las tareas del hogar? . ¿Alguien se ha hecho estas preguntas?. Supongo que entre mis rarezas está la de hacerme preguntas. No tengo respuestas a todas mis preguntas, pero se me ha ocurrido, que quizás:
“No dejamos que los niños/niñas colaboren con las tareas del hogar porque creemos que no pueden porque son demasiado pequeños para hacerlo”
No me refiero a fregar los platos todos los días con un añito, pero si pienso que los niños y las niñas pueden colaborar en algunas pequeñas tareas del hogar antes de lo que nosotras/os imaginamos. Hay diferentes tareas para cada edad y existen numerosas webs de profesionales que las clasifican por edades. Además de que aprenden hacer cosas, que les encanta, les ayuda a asumir de buen grado esas tareas para cuando sean un poco más mayores, sencillamente porque se acostumbran hacerlas de forma natural.
“Es difícil que un adolescente colabore en las tareas del hogar, de buen grado, sino lo ha hecho nunca antes”
Os contaré una historia real. Ramon, me regaló para mi cumpleaños un viaje a Santiago de Compostela, una de mis ciudades favoritas (aunque hay otras ;-), nos íbamos cuatro días, me encantaba viajar con los niños, porque habitualmente lo hacía sola, me parecía divertido ir en avión con ellos: !Que bonito regalo!, pensé.
Estaba observando como Ramon recogía y planchaba la ropa que posteriormente yo iba a introducir en la maleta, y me iluminé. Llamé a los niños y les dije, hoy cada uno de vosotros preparará su propia maleta, ya veréis que divertido, es muy importante no os dejéis cosas que vayáis a necesitar pero también es importante que no os llevéis más de las necesarias. Así que abrí una maleta mediana y mirándolos a los ojos, les expliqué que una parte de la maleta era para ellos, y que la tenían que llenar con sus cosas, ya que papá y yo íbamos hacer lo mismo, con la otra parte de la maleta.
Estaban encantados, no tardaron en reaccionar, corrieron a su habitación en busca de sus cosas, tal como les había indicado, en cuestión de minutos la maleta estaba llena, pero, con una particularidad, solo habían metido juguetes, claro pensé: !!SUS COSAS!!, les había dicho que metieran “sus cosas”, para una niña de 4 años y un niño de 7, “sus cosas” son sus juguetes….Me reí y pensé: ”esto no va a ser nada sencillo”.
Les expliqué que íbamos en avión y que allí el espacio es reducido, porque teníamos que compartirlo con otros viajeros, así que les anuncié que solo se podían llevar un juguete y que el resto del espacio era para la ropa que íbamos a necesitar, desde la interior, hasta la de abrigo ya que era el mes de febrero.
Nos sentamos delante de la pizarra, recomiendo a todos los padres y madres que tengan una en casa es muy práctica y a los niños les encanta, y les expliqué: Imaginad que os vais cuatro días, si salierais de casa sin ropa pero con la posibilidad de llevaros una maleta llena, ¿qué pondríais?, rápidamente empezaron a contestar: cuatro calzoncillos -dijo Marçal, muy bien afirmé con la cabeza, “pues cuatro bragas” – respondió Aina- “Genial” –contesté-. Cuatro pantalones, cuatro jerséis, cuatro pijamas, cuatro faldas, cuatro camisetas, cuatro… bien les dije y lo anoté todo en la pizarra.
Ahora tenéis que sacar la ropa del armario y meterla en vuestra parte de la maleta….. al cabo de unos minutos :” No cabe!!” -Exclamó Marçal-, “No cabe”- repitió Aina-. “Cierto” -Les dije- Así que ahora vamos a aprender a optimizar el espacio y a ser eficientes, y no pude contener la risa ante sus caras estupefactas, jajajaja que divertido, pensé.
Sentaros y escuchad: “Optimizar significa que vamos aprovechar el espacio que tenemos: meter en la maleta solo aquello que creemos que nos va hacer mejor servicio, es decir lo que realmente es imprescindible»
Por ejemplo, aunque vamos cuatro días, quizás no hace falta meter cuatro pantalones, yo pienso que con dos y con vuestro compromiso de que vais a mirar de no ensuciaros mucho, es suficiente, además en caso de necesidad siempre podemos lavar. Así que si os parece bien anotaremos en la pizarra dos pantalones y dos jerséis, los cuatro calzoncillos y las cuatro bragas, de ropa interior hay que cambiarse cada día, además esta pieza ocupa muy poco. Si incluimos un pijama, dos camisetas interiores, tres calcetines, y además tenemos en cuenta que realmente iremos vestidos, y que llevaremos zapatos, chaqueta, gorro y bufanda encima, añadimos el cepillo de dientes, el peine, la crema y listos!! Y queda sitio para un juguete y dos cuentos.
Después de anotarlo todo en la pizarra, les expliqué, que cada vez que introducen una pieza de las que tenemos anotadas en ella, tenemos que tacharla, esto significa que está dentro y que ya no nos la podemos olvidar, y así sucesivamente.
La maleta quedó perfectamente organizada, nos fuimos de viaje, lo pasamos en grande y aprendimos que efectivamente eran capaces de preparar su maleta. En el siguiente viaje ellos con su pizarra, prepararon la lista, que yo sencillamente revisé .
Hoy en día, que con 13 y 16 no reviso ni la lista, ni la maleta 😉
Nuestros valores son nuestro legado
Júlia