«En mi opinión, para desarrollar la capacidad de escuchar,
sobre todo hay que, escuchar»
Desde pequeñitos decidimos establecer un pequeño ritual diario, los profesionales del sector los denominan: «Rutinas para ir a dormir», y dicen que los bebés están más relajados y se duermen más fácilmente si conocen la rutina, que básicamente consiste en hacer cada día el baño y la cena a la misma ora, incluso si te encuentras fuera de tu hogar.
A nosotros no sólo nos ayudó a establecer las pautas de sueño, que no es poco en esos primeros meses tan intensos, sino que además establecimos una base para que nuestros retoños desarrollaran la escucha, casi sin ser conscientes de ello.
Os cuento en qué consistía nuestra rutina: Adicional a lo que recomiendan los pediatras nosotros añadíamos lo siguiente:
- Después de la cena le leíamos un pequeño cuento, muy corto, a veces incluso eran dos líneas. Recuerdo que teníamos un libro que se titulaba: “365 cuentos. Un cuento para cada día”, que leíamos en el sofá, esto no duraba más de cinco minutos.
- Una vez el bebé (digo bebé porque nuestro primogénito debía tener 2 meses cuando empezamos hacerlo) ya estaba en su cama, entonces le cantábamos suavemente una canción (yo no sé cantar pero a mi bebé no le importaba) cada día la misma, cada uno de nosotros le cantaba la suya. Aunque puede parecer mucho tiempo, realmente solo añades 10 minutos como mucho al ritual que aconseja el pediatra.
Cuando el bebé empezó a crecer el “tiempo del cuento” empezó a alargarse casi proporcionalmente a su edad, pasamos de las dos líneas a un pequeño cuento, y de este, a un cuento de varias páginas y cuando aprendió a leer, entonces leíamos una página cada uno alternativamente. Al final llega el día en que ellos empiezan a leer solos antes de ir a dormir!
Como ya podéis imaginar no solo desarrollaron la escucha sino también el amor por la lectura, aunque luego llegó el móvil y olvidaron parcialmente los libros, pero este, es un tema para otro día 😉
Nuestros valores son nuestro legado
Júlia